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Bueno, esta es exactamente la nota del mes anterior y para asegurarme
que no pase desapercibida como una canción sin escuchar, aquí
sigue en pie. El tema, como el título lo indica, son los músicos. Antes
que nada me presento, soy guitarrista desde hace como seis añitos; esta
aclaración no sería necesaria si no hubiera tanta gente que opina acerca
de nuestro arte y en su vida tuvo en sus manos un instrumento o realizó
algún tipo de arte.
El sentido de esta nota no es herir a nadie, sino animar a todos los que
se sientan tocados por esta, a que puedan encontrar su lugar en la música
y que cada uno pueda plantearse si el ser músico lo va a aceptar como
vocación o simplemente un hobbie más.
Después de este par de aclaraciones pasamos directamente a la nota que
nos ocupa. En la fauna musical podemos encontrar varios tipos de músicos:
Están los principiantes quienes a su vez se dividen en dos tipos: los
principiantes con aspiraciones, y los que no.
Los primeros , son los que, a pesar de no tocar ni el timbre ya que recién
empiezan, se pasan horas y horas tocando y practicando buscando imitar
y alcanzar las técnicas de sus músicos preferidos. Este tipo suele ser
el que sigue haciendo música gran parte de su vida, aunque sea debajo
de la ducha.
El otro tipo de principiantes son los que por lo general no suelen tener
referentes musicales virtuosos (dentro del estilo que sea) a los que querer
alcanzar. Suelen ser los que no escucharon nada que les rompa la cabeza
como para llevarlos o insentivarlos a empezar a tocar. Entonces, como
no tienen una meta que alcanzar, no suelen alcanzar metas y por ende su
paso por la música es más que fugaz (aunque puede que sigan tocando, lo
hacen sin nada que alcanzar). A medida que los principiantes evolucionamos
(o algo así, depende el caso) nos convertimos en experimentados, o sea
en "maestros", "del montón" o "re-frustrados". Esto va más allá del sentimiento
del momento, el cual varía según las circunstancias pasajeras.
A mi, como músico(supongo que no soy el único), me pasó incontables
veces el preguntarme si realmente quería seguir con esto de la música
y el costo que esto conlleva. Es difícilísimo, y supongo que imposible,
mantener el mismo fervor que la primera vez que empuñamos un mango, el
set de palos, las teclas o lo que sea. Pero ahí está el hecho de mantener
o aflojar. Si uno optó por jugarse por eso que Dios puso en su corazones,
y se ocupa de mantenerlo y de potenciarlo cada día más y más. Y en ese
instante viene la disyuntiva: que hago con lo que ya se? Sigo aprendiendo,
y me dedico a estudiar y estudiar todo el día? Trabajo de lo que sea para
solventarme el hobbie? Bastará con tocar en la iglesia el fin de semana?
O me dedico a vivir de la música a pleno, me meto en una banda y doy la
vuelta al mundo(y traigo chocolates de Suiza para los pibes de Nextsong)?
Ahora en serio, es como todo tema que no se quiere tocar por miedo a no
se qué. ¿Es uno de esos temas que autocensuramos para no encontrar lo
correcto? ¿Por qué los artistas por lo general tendemos a no jugarnos
por nuestra vocación? Esta pregunta no es para incitar al no ocuparse
de lo que ya tenemos(digamos un trabajo no-artístico), sino para que cada
uno pueda ver y poner sus metas como artistas, por lo pronto ver la manera
de hacer algún dinero extra con lo que hacemos y, tal vez (obviamente
dirijidos por la voz de Dios y de nuestras autoridades de iglesia) algún
día empezar a trabajar de lo nuestro. Por favor: músicos, pintores, dibujantes,
artistas en general; planteense la posibilidad de vivir de lo que más
les gusta. Personalmente opino que es como debería ser. Con el respaldo
de Dios lo lograremos. Vamos todavía. Manden sus opiniones. Un aguante
a todos los artistas. Yeah.
----------------------------------------------------JVR (the nextboy)--------
PD: VAMOS TODAVÍA!!!!
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